Capitulo 19:
¿Van a bajar o no?- Preguntó James interrumpiendo nuestro beso.
-En seguida bajamos- Dijo Niall pasándose la mano por la boca.
-No- James camino hacia el armario de Niall- Toma- Le lanzó una polera y un pantalón deportivo- Póntelo ahora y baja con _______- Se fue por la puerta.
-Sigamos en lo nuestro- Me tomó por la cintura y me acercó sus labios.
-No- Incliné mi espalda hacia atrás- Toma- Le pase la ropa- Póntela y baja con _______- Reí tras imitar el mismo tono usado por James.
-Ya tengo un papá, no necesito otro- Me robó un beso.
-Ladrón de besos- Lo miré con desprecio mientras me ponía mis zapatillas.
-Solo robo los tuyos- Dijo poniéndose la polera.
-Ahora que lo pienso te prefiero sin polera.
-Tendrías que haberlo dicho antes- Me sacó la lengua- Ya perdiste tu oportunidad.
-Niall- Me paré de la cama viendo como Niall se ponía el pantalón.
-¿Qué paso felpudita?
-Es que estaba pensando… la próxima semana es tu cumpleaños y…
-¡Mi cumpleaños!- Dio un salto- Lo había olvidado.
-¿Qué día cae tu cumpleaños?
-Martes.
-Faltan solo dos días.
-Sí.
-¿Qué quieres de regalo de cumpleaños?- Niall me rodeo la cintura con los brazos.
-A ti- Rozó su nariz con la mía.
-Pide algo que no tengas- Le guiñe un ojo y camine hacia la puerta.
Pasados unos segundos se oyeron retumbar los pasos de Niall así que baje las escaleras con la vista pegada al frente.
-Hola- Saludé a Erin que miraba atenta mi vestimenta.
-Hola- Me dijo algo confusa- Hola hijo- Niall apoyó sus manos a ambos costados de mis caderas.
Erin nos miraba de forma extraña, de tal manera que esto ya se estaba volviendo bastante extraño e incómodo para los tres.
-¿Por qué mejor no se sientan en la mesa?- Indicó la mesa llena de comida.
-Definitivamente lo que más amo de esta casa es la comida- Me senté frente a la mesa.
-Yo pensé que era la habitación de Niall- Comentó molesta Erin y luego se marchó hacia la cocina.
-Tú mamá me odia.
-Iré a hablar con ella-Preocupado corrió a la cocina.
-¿Por qué no hay nadie?- James se sentó al frente de mí.
-Larga historia- Miré mis manos y comencé a jugar con ellas.
-Me agradas- Admitió sirviéndose jugo- ¿Quieres?- Levantó el jarrón.
-Por favor- Le extendí el vaso.
-Me gustas para mi hijo.
-¿Por qué?- Pregunté curiosa.
-No lo sé, instinto paternal creo- Se encogió de hombros y rió.
-Gracias- Le di un sorbo al jugo.
-Te puedo pedir un favor- Comentó mirando hacia todos lados.
-Claro- Me acomodé en la silla.
-Necesito que averigües que quiere Niall de regalo de cumpleaños.
-Creo que eso será difícil- Torcí mi boca.
-¿Por qué?
-Hoy le pregunté y me dijo que…
-¿Qué te quería a ti?- Me interrumpió y se largó a reír.
-Emm… sí- Lo miré confundida- ¿Cómo supo?
-Es obvio, es lo que todo chico le dice a su novia.
-Ah- Hice una mueca.
-No quise decir que lo haya dicho tan solo por decirlo- Se excusó- Es solo que…
-Entiendo.
-Bueno. ¿Me harías el favor de averiguar que quiere?
-Está bi…
-Lo siento- Interrumpió Erin.
-No importa- Le sonreí y acto seguido mi vista siguió a Niall hasta que se sentó a mi lado.
-¿Qué paso acá?- Preguntó James.
-Nada- Respondimos los tres al unísono para después reír.
-Lo siento- Se disculpó otra vez Erin.
-Ya paso- Tomé una tostada y la unté con mermelada.
-¿Puedo salir después del desayuno?
-¿Solo?- James alzó una ceja.
-No, con tu futura nuera.
¿¡Qué!? ¿Este Niall está loco, como demonios se le ocurre decir “futura nuera”? Qué vergüenza, no sé por qué siempre en casa de Niall tienen que pasarme cosas vergonzosas.
-Wow- sus padres rieron- Te creo- Dijo James bebiendo jugo.
El desayuno después de eso se volvió algo incómodo así que solo me dediqué a comer para al acabar subir con Niall para vestirnos.
-Estoy lista- Dije saliendo del baño con el cabello húmedo.
-Ahora iré yo a bañarme- Me dio un pequeño beso y se metió como bala al baño.
Acomode la ropa que Niall me había prestado en su armario, me miré en el pequeño –gigantesco- espejo que tenía Niall junto a este y comencé a peinarme con los dedos.
Al parecer me demoré mucho ya que al ladear mi cabeza Niall ya había salido del baño y estaba parado en la puerta mirándome.
-¿Me estas espiando?- Me giré e inevitablemente bajé mi vista a sus bóxers rojos.
-¿Qué estas mirando?- Se ruborizó levemente.
-Nada- Me di vuelta y lo seguí viendo por el reflejo.
-Te veo- Dijo caminando hacia mí.
-Vístete rápido- Me senté en la cama.
-¿Este o este?- Me mostró un pantalón morado y otro café.
-Morado- Sonreí como niña pequeña.
-Está bien- Se sentó para poder ponérselo.
-¿A dónde me llevaras?- Gateé por la cama hasta llegar tras de él y apoyar mis manos en sus hombros.
-Es sorpresa- Se levantó y tomo una polera blanca.
-Dime- Lo tomé por la cintura y besé la comisura de sus labios.
-¡Vamos a jugar!- Dijo emocionado.
-¿De verdad?- Dije decepcionada.
-Sí, de verdad- Se puso la polera, se despeino el cabello y echo algunas cosas a sus bolsillos- ¿Nos vamos?
-Sí- Bajé confundida las escaleras.
-¿Qué pasa?- Tomó mi mano mientras ya estábamos en la puerta- ¡Nos vamos!- Gritó y salimos.
-¿De verdad me vas a llevar a jugar?- Arrugué la frente tras oír el pip del auto.
-Te dije que si- Salió corriendo para abrirme la puerta.
-Gracias- Él cerró la puerta y rodeo al auto.
-¿Y dónde quedan esos juegos?- Dije viendo como no podía entrar la llave en el agujero de esta- Con esa puntería jamás serás papá- Reí y él paro de hacer lo que hacía para mirarme asombrado- ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?- Me comencé a tocar la cara.
-¿Escuchaste lo que dijiste?- Rió cuando al fin le dio al agujero.
-Sí ¿Qué tiene?
-Nada, no importa- Le dio ida al motor.
-Lo que pasa es que tú entiendes mi humor negro- Me quejé y él rió.
-¿De qué te ríes?- Me puse el cinturón de seguridad.
-De cuando dijiste eso de que quizás que nos atraparan haciendo más adelante- Pegó otra carcajada.
-No es gracioso- Me crucé de brazos.
-Sí, lo es cosita- Me mandó un beso a la distancia.
-¿Cosita? ¿No que ahora era felpudita?
-Verdad, lo olvide- Dijo dando vuelta en una calle que se me hacía conocida.
-¿Este no es el camino para ir al centro comercial?
-Sí… ¿Te digo algo?
-Claro.
-Aquí me di cuenta que lo único que quería era a ti- Dejo de mirar al frente para verme a mí
¿Van a bajar o no?- Preguntó James interrumpiendo nuestro beso.
-En seguida bajamos- Dijo Niall pasándose la mano por la boca.
-No- James camino hacia el armario de Niall- Toma- Le lanzó una polera y un pantalón deportivo- Póntelo ahora y baja con _______- Se fue por la puerta.
-Sigamos en lo nuestro- Me tomó por la cintura y me acercó sus labios.
-No- Incliné mi espalda hacia atrás- Toma- Le pase la ropa- Póntela y baja con _______- Reí tras imitar el mismo tono usado por James.
-Ya tengo un papá, no necesito otro- Me robó un beso.
-Ladrón de besos- Lo miré con desprecio mientras me ponía mis zapatillas.
-Solo robo los tuyos- Dijo poniéndose la polera.
-Ahora que lo pienso te prefiero sin polera.
-Tendrías que haberlo dicho antes- Me sacó la lengua- Ya perdiste tu oportunidad.
-Niall- Me paré de la cama viendo como Niall se ponía el pantalón.
-¿Qué paso felpudita?
-Es que estaba pensando… la próxima semana es tu cumpleaños y…
-¡Mi cumpleaños!- Dio un salto- Lo había olvidado.
-¿Qué día cae tu cumpleaños?
-Martes.
-Faltan solo dos días.
-Sí.
-¿Qué quieres de regalo de cumpleaños?- Niall me rodeo la cintura con los brazos.
-A ti- Rozó su nariz con la mía.
-Pide algo que no tengas- Le guiñe un ojo y camine hacia la puerta.
Pasados unos segundos se oyeron retumbar los pasos de Niall así que baje las escaleras con la vista pegada al frente.
-Hola- Saludé a Erin que miraba atenta mi vestimenta.
-Hola- Me dijo algo confusa- Hola hijo- Niall apoyó sus manos a ambos costados de mis caderas.
Erin nos miraba de forma extraña, de tal manera que esto ya se estaba volviendo bastante extraño e incómodo para los tres.
-¿Por qué mejor no se sientan en la mesa?- Indicó la mesa llena de comida.
-Definitivamente lo que más amo de esta casa es la comida- Me senté frente a la mesa.
-Yo pensé que era la habitación de Niall- Comentó molesta Erin y luego se marchó hacia la cocina.
-Tú mamá me odia.
-Iré a hablar con ella-Preocupado corrió a la cocina.
-¿Por qué no hay nadie?- James se sentó al frente de mí.
-Larga historia- Miré mis manos y comencé a jugar con ellas.
-Me agradas- Admitió sirviéndose jugo- ¿Quieres?- Levantó el jarrón.
-Por favor- Le extendí el vaso.
-Me gustas para mi hijo.
-¿Por qué?- Pregunté curiosa.
-No lo sé, instinto paternal creo- Se encogió de hombros y rió.
-Gracias- Le di un sorbo al jugo.
-Te puedo pedir un favor- Comentó mirando hacia todos lados.
-Claro- Me acomodé en la silla.
-Necesito que averigües que quiere Niall de regalo de cumpleaños.
-Creo que eso será difícil- Torcí mi boca.
-¿Por qué?
-Hoy le pregunté y me dijo que…
-¿Qué te quería a ti?- Me interrumpió y se largó a reír.
-Emm… sí- Lo miré confundida- ¿Cómo supo?
-Es obvio, es lo que todo chico le dice a su novia.
-Ah- Hice una mueca.
-No quise decir que lo haya dicho tan solo por decirlo- Se excusó- Es solo que…
-Entiendo.
-Bueno. ¿Me harías el favor de averiguar que quiere?
-Está bi…
-Lo siento- Interrumpió Erin.
-No importa- Le sonreí y acto seguido mi vista siguió a Niall hasta que se sentó a mi lado.
-¿Qué paso acá?- Preguntó James.
-Nada- Respondimos los tres al unísono para después reír.
-Lo siento- Se disculpó otra vez Erin.
-Ya paso- Tomé una tostada y la unté con mermelada.
-¿Puedo salir después del desayuno?
-¿Solo?- James alzó una ceja.
-No, con tu futura nuera.
¿¡Qué!? ¿Este Niall está loco, como demonios se le ocurre decir “futura nuera”? Qué vergüenza, no sé por qué siempre en casa de Niall tienen que pasarme cosas vergonzosas.
-Wow- sus padres rieron- Te creo- Dijo James bebiendo jugo.
El desayuno después de eso se volvió algo incómodo así que solo me dediqué a comer para al acabar subir con Niall para vestirnos.
-Estoy lista- Dije saliendo del baño con el cabello húmedo.
-Ahora iré yo a bañarme- Me dio un pequeño beso y se metió como bala al baño.
Acomode la ropa que Niall me había prestado en su armario, me miré en el pequeño –gigantesco- espejo que tenía Niall junto a este y comencé a peinarme con los dedos.
Al parecer me demoré mucho ya que al ladear mi cabeza Niall ya había salido del baño y estaba parado en la puerta mirándome.
-¿Me estas espiando?- Me giré e inevitablemente bajé mi vista a sus bóxers rojos.
-¿Qué estas mirando?- Se ruborizó levemente.
-Nada- Me di vuelta y lo seguí viendo por el reflejo.
-Te veo- Dijo caminando hacia mí.
-Vístete rápido- Me senté en la cama.
-¿Este o este?- Me mostró un pantalón morado y otro café.
-Morado- Sonreí como niña pequeña.
-Está bien- Se sentó para poder ponérselo.
-¿A dónde me llevaras?- Gateé por la cama hasta llegar tras de él y apoyar mis manos en sus hombros.
-Es sorpresa- Se levantó y tomo una polera blanca.
-Dime- Lo tomé por la cintura y besé la comisura de sus labios.
-¡Vamos a jugar!- Dijo emocionado.
-¿De verdad?- Dije decepcionada.
-Sí, de verdad- Se puso la polera, se despeino el cabello y echo algunas cosas a sus bolsillos- ¿Nos vamos?
-Sí- Bajé confundida las escaleras.
-¿Qué pasa?- Tomó mi mano mientras ya estábamos en la puerta- ¡Nos vamos!- Gritó y salimos.
-¿De verdad me vas a llevar a jugar?- Arrugué la frente tras oír el pip del auto.
-Te dije que si- Salió corriendo para abrirme la puerta.
-Gracias- Él cerró la puerta y rodeo al auto.
-¿Y dónde quedan esos juegos?- Dije viendo como no podía entrar la llave en el agujero de esta- Con esa puntería jamás serás papá- Reí y él paro de hacer lo que hacía para mirarme asombrado- ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?- Me comencé a tocar la cara.
-¿Escuchaste lo que dijiste?- Rió cuando al fin le dio al agujero.
-Sí ¿Qué tiene?
-Nada, no importa- Le dio ida al motor.
-Lo que pasa es que tú entiendes mi humor negro- Me quejé y él rió.
-¿De qué te ríes?- Me puse el cinturón de seguridad.
-De cuando dijiste eso de que quizás que nos atraparan haciendo más adelante- Pegó otra carcajada.
-No es gracioso- Me crucé de brazos.
-Sí, lo es cosita- Me mandó un beso a la distancia.
-¿Cosita? ¿No que ahora era felpudita?
-Verdad, lo olvide- Dijo dando vuelta en una calle que se me hacía conocida.
-¿Este no es el camino para ir al centro comercial?
-Sí… ¿Te digo algo?
-Claro.
-Aquí me di cuenta que lo único que quería era a ti- Dejo de mirar al frente para verme a mí
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