martes, 19 de noviembre de 2013

Electric shock ~Niall Horan & Tu~ capitulo 3:

 
Capítulo 3:
El atuendo perfecto


Deslicé mis manos que tenía en su cintura hacia adelante y lo abracé por el estómago para acto seguido poner mi cara en su hombro viendo como él de costado me observaba, acerqué mi cara para finalmente dejar descansar mis labios en su rosada mejilla.

-¿Y eso por?- Sonrió mientras yo lo soltaba.
-Gracias- Dije cuando lo tenía frente a frente.
-No te preocupes pero necesito que me hagas un favor, bueno más bien un honor- Sonrió.
-Iré contigo no te alarmes.
-¿De veras?
-Claro, aparte te debo una.
-Gracias, mañana iremos a comprar tu vestido.
-No, tengo muchos vestidos en casa de mi abuela.
-No es problema, aparte que tengo que comprar un nuevo traje, el que iba usar estaba combinado con el vestido de Sandy.
-¿Sandy?
-Mi ex novia- Aclaró.
-Ah…- Mordí sutilmente mi labio- Un momento… ¿Es mi idea o quieres comprarme un vestido para así poder combinarlo con tu traje?- Reí ligeramente.
-Sí- Levantó sus hombros- Es la graduación y tengo que encargarme de mantener mi reputación hasta el último día.
-¿Reputación?- Él asintió- ¿Eres popular?
-Se podría decir que sí.
-¿Qué tanto?- Sonreí.
-No lo sé, conozco a todos, no hay fiesta a la que no inviten, he hecho las mejores fiestas aquí en Mullingar y…
-Entiendo…-Lo interrumpí entre risas- Eres bastante popular.
-Creo- Le di un codazo- ¿Qué?
-No te hagas, no es malo ser un poco arrogante de vez en cuando.
-Está bien- Con sus dos dedos índices toco mi estómago haciéndome reír.
-Vendré por ti en la mañana.
-No.
-¿Qué?
-No te dejare irte solo a esta hora.
-No te preocupes, recuerda que soy popular- Me cerró un ojo- Y todos al igual que Martin me respetan.
-Ya se te subieron los humos rubiecito.
-¿Rubiecito?- Asentí- Suena lindo.
-Sí, bueno, volviendo al tema… ¿Por qué no te quedas a dormir aquí?
-No puedo…
-Sí puedes- Lo interrumpí y le guiñe un ojo.
-¿Oíste lo que dijo mi mamá?
-Sí, así que no hay problema es que te quedes- Camine hacia la puerta con Niall a mi siga.
-No le molestara a tu abuela que me quede.
-¡Claro que no! Si le cuento todo lo que paso hará hasta un santuario en tu honor.
-¡Enserio! Siempre quise uno.
-Era broma- Me puse seria.
-Lo sé, pero aún me agrada esa idea- Sin querer con su mano rozo mi espalda.

Su leve rose fue diferente a todas las demás veces que nos habíamos tocado, sentí una corriente recorrer mi cuerpo y parece que él también la sintió porque se detuvo a mirar su mano y después me miró.

-Si te quedas sería como una piyamada- Volví a caminar para parar el incómodo momento.
-Primero, no ando con mi piyama- Golpeé la puerta de la casa- Y segundo cuando es un hombre y una mujer no se llama precisamente una piyamada sería…- Se calló al ver mi abuela abriendo la puerta.
-Hola cariño- Me abrazo- ¿Quién es este lindo chico?
-Soy Niall- Extendió su mano pero mi abuela lo abrazo.
-Hola Niall- Sonrió la mujer de sesenta y dos años.

Nos dejó entrar y nos sentamos en el sofá de la sala de estar y le contamos toda la historia, desde que me bajé del bus hasta que llegamos a su casa.

-Me alegra que estés bien ______- Sonrió- Y gracias por todo Niall.
-De nada.
-______, no tengo lista tu habitación todavía, creí que llegarías pasado mañana.
-No importa- Sonreí y miré a Niall.
-Iré a buscarles unas frazadas para que duerma aquí ¿Está bien?
-Sí- Respondimos a la par.
-Niall, ya puedes sacarte mi bolso- Reí viendo como aun lo traía cruzado sobre su hombro.
-Lo había olvidado- Se lo saco pero no me lo paso.
-Te lo daré si me devuelves mi polerón.
-¿Ahora si quieres que me desvista?- Reí.


Tomé el polerón por el borde y lo comencé a tirar hacia arriba y al parecer levante un poco mi polera porque sentí unos dedos tocar mi estómago así que me retorcí un poco y reí. Después sentí como unas manos tiraban mi polera hacia abajo para que no la sacara también mientras sacaba el polerón, del cual me deshice en cosa de pocos segundos.

Abrí mis ojos y ahí estaba Niall sonriéndome y pasándome el bolso.

-Toma- Le pase su polerón mientras recibía el bolso.
-Al menos hubieran esperado que los dejara solos para haber empezado a sacarse la ropa- Dijo mi abuela llegando del segundo piso con unas frazadas.

Niall me miró entre a punto de estallar en risa y asombrado.

-¿Crees que tendría sexo en tu casa y con un chico que no conozco hace más de cuatro horas?- Dije viendo como Niall me miraba extrañado de que haya dicho la palabra “sexo” en presencia de mi abuela.
-No lo sé, la juventud de hoy se revuelca con quien sea y donde sea cariño- Dijo dejando aún más impresionado a Niall.
-Tu sabes que yo no soy así- Me paré para recibir las mantas.
-Sí pero… ¿Quién sabe? Quizás este chico te convence- Dijo subiendo la escalera.
-Tu abuela es genial.
-Lo sé- le pasé unas mantas.
-¿Vas a dormir así?
-¿Quieres que duerma en ropa interior?
-No, pero… No importa- Rió.

Nos acostamos ambos en el gran sofá con la cabeza al lado derecho de este y nos tapamos con una sola frazada porque hacía calor dentro de la casa.

-¿Te dije que tus ojos son hermosos?- Dije acostada de costado frente a frente con él.
-No- Sonrió- Gracias.
-Agradécele a tu mamá por haberte heredado esos ojos- Reí.
-Lo haré- Acomodó un cabello que estorbaba en mi cara.
-¿Tienes sueño?
-Un poco- Sin querer él se movió y paso su mano por mi pierna y otra vez esa corriente se invadió de ambos.
-Creo que me dormiré- Cerré los ojos por diez segundos para abrirlos otra vez.
-¿Sentiste eso?- Preguntó mirándome.
-¿Qué cosa?- Me hice la desentendida.
-Nada- Cerró sus ojos dejándome extrañando a esos hermosos ojos azules.

Su expresión era extraña, no sé exactamente que quiso expresar pero definitivamente no era felicidad ni alegría. Me quede mirándolo y sin darme cuenta mi mano estaba en la cara de Niall dándose un tour por todo su rostro, él abrió sus ojos y por alguna razón no pude sacar mi mano de la suavidad de su linda y adorable cara. Me sonrió y se movió un poco para estirar su brazo derecho por mi cintura y apegarme a él.

Saqué mi mano de su cara y la subí a su cabello para empezar a enredar mis dedos en su fascinante cabello amarillento. A continuación de estar unos minutos en silencio tocando su cabello baje mi mano para dejarla quieta en la calidez de su cuello.

-Buenas noches- Besó mi mejilla por unos largos cinco segundos.

No respondí solo sonreí y vi como Niall cerraba sus ojos y se acercaba haciendo que nuestras narices se tocaran. Al igual que él cerré los ojos sin despegar esa sonrisa que en ese momento no había forma de quitar de mi rostro. Finalmente me dormí entre el calor de su reparación sobre mi cara y su dedo pulgar moviéndose de arriba abajo en mi cintura.

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